Seguro ya lo sospechabas porque no hay nada mejor que, después de un día largo de trabajo y vida social, echarte en el sillón con tu amiguito de cuatro patas a bajar un cambio (o más).
Que nadie te diga cuánto tiempo pasar apapachando a tu perro, gato, conejo, hámster o quien sea tu animalito de soporte terapéutico.
Está demostrado por distintos estudios que nuestros compañeros de hogar del reino animal reducen el estrés, la ansiedad y la depresión, alivian la soledad, fomentan el ejercicio y mejoran la salud en general. ¡Incluso disminuyen la presión arterial y el desarrollo de cardiopatías!.
¿La explicación científica? El hecho de estar en compañía de nuestros animalitos incrementa los niveles de neurotransmisores cerebrales como la oxitocina y la dopamina (los químicos de la felicidad), promoviendo la aparición de emociones positivas y fortaleciendo los lazos emocionales.
¿El secreto de la felicidad? Tener un perrito en casa.
La influencia positiva de tener un perro en el hogar se extiende más allá de la simple compañía. Existen estudios que han revelado que el acto de acariciar a un perro no sólo fortalece el vínculo entre dueño y mascota, sino que también desencadena la liberación de endorfinas, generando una sensación de bienestar.
Además, se ha observado que esta interacción reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, proporcionando un efecto calmante.
La necesidad de sacar a pasear a un perro regularmente fomenta la actividad física y el ejercicio, lo que puede contribuir a mantener un estilo de vida activo. La interacción social que se experimenta en estos paseos al encontrarse con otros dueños de mascotas puede ayudar a fortalecer las conexiones entre personas y reducir el sentimiento de soledad.
Varios estudios sugieren que la convivencia con perros puede estar asociada con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y una mejor salud mental. La lealtad y el amor incondicional de los perros pueden tener un impacto positivo en el bienestar emocional, proporcionando consuelo y apoyo emocional a sus dueños.
Tu gato te protege más de lo que pensás.
Tener un gato en el hogar puede conllevar varios beneficios para la salud. En primer lugar, la compañía de estos felinos puede reducir los niveles de estrés y ansiedad, proporcionando un efecto calmante a sus dueños. Además, su cuidado implica rutinas diarias, como alimentarlo y limpiar su espacio, lo que puede promover una estructura y regularidad en la vida cotidiana.
La interacción con un gato también puede estimular la liberación de endorfinas, contribuyendo así a mejorar el estado de ánimo. La presencia de estos animales en el hogar ha demostrado estar relacionada con la disminución de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que sugiere un impacto positivo en la salud cardiovascular. En general, tener un gato puede aportar beneficios emocionales y físicos que contribuyen al bienestar general de quienes comparten su hogar con estos adorables compañeros felinos.
Y por supuesto no se puede dejar de lado su ronroneo, considerado por muchos como una especie de "terapia de vibración", con propiedades relajantes y que puede reducir la ansiedad.
Animate a probar la terapia peluda
La presencia de perros y gatos se convierte en un componente esencial para combatir el estrés. Estos fieles compañeros no solo ofrecen compañía incondicional, sino que también actúan como mediadores entre las tensiones diarias y la serenidad tan necesaria; son guardianes de un equilibrio emocional necesario.
En resumen, pasar tiempo de calidad con tus animalitos te brinda:
Menos estrés.
Mayor motivación.
Más conexión emocional.
La presencia de mascotas en el hogar va más allá de la simple compañía, es una fuente inagotable de beneficios para la salud física y emocional. Ya sea la lealtad incondicional de un perro o la independencia afectuosa de un gato, la interacción diaria con estas adorables criaturas aporta una variedad de ventajas que afectan positivamente nuestra calidad de vida. Desde la reducción del estrés y la ansiedad hasta el estímulo de la actividad física y la mejora de la salud cardiovascular, nuestros bichis se convierten en valiosos miembros de la familia que contribuyen al bienestar general.
La conexión emocional, la compañía constante y los momentos compartidos se traducen en una experiencia enriquecedora que no sólo mejora nuestra salud, sino que también agrega alegría y vitalidad a nuestro día a día. En definitiva, tener mascotas en casa es más que un placer, es una inversión en felicidad y bienestar.
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