Aunque para muchos resulte simpática la emoción de nuestro perro al saludar -saltándonos encima, con besos y lengüetazos-, para otras personas esto puede ser algo molesto o peligroso. Este comportamiento puede provocar accidentes con chicos o adultos mayores, ensuciar nuestra ropa o la de nuestros invitados, o sencillamente, puede generar un malestar en quienes no tienen mucha onda con los perros. ¿Tenés este problema en casa? ¡No te preocupes! En esta nota desde Casper Pet Store vamos a contarte cómo evitar que tu perro salte al saludar.
¿Por qué mi perro salta al saludar?
Antes de ponernos a trabajar sobre la conducta de nuestro perrito, es fundamental entender cuál es la raíz de este problema. Y existen dos causas por las que tu perro salta al saludar.
1. Una conducta aprendida
Sin hacerlo a consciencia, seguramente hayamos ido motivando a nuestro perro a que nos salte para darnos la bienvenida a casa. Por ejemplo, cuando adoptamos, es común que lo llamemos muy efusivamente y que el perro venga corriendo, nos salte, lama, etc. Entonces, ahí entiende que ésta es una conducta que nos agrada y que es algo bueno para hacer.
La buena noticia es que podemos trabajar para revertir este comportamiento inadecuado ¡y lograr que nos salude con más tranquilidad!
2. Alto nivel de energía
Si tu perro es muy energético y no está haciendo el suficiente ejercicio, puede estar canalizando la ansiedad y esa energía de más saltando sobre nosotros o nuestros invitados.
La solución al problema es el mismo que en el caso anterior. Sólo tenemos que prestar atención a que haga más ejercicio a diario con paseos más largos, donde ponga en funcionamiento toda sus capacidades físicas y cognitivas.
Para que te des una idea, el equivalente de un perro energético es una persona maratonista, o una a la que le gusta mucho hacer ejercicio. Si por una semana está encerrada en la casa, se va a poner en un estado de alteración que, como se dice, lo haga “trepar por las paredes". ¡Lo mismo le ocurre a nuestro amiguito!
Hoy sí, mañana no... ¡eso no funciona!
Antes que nada, es clave entender que si le enseñamos a nuestro perro que algo está bien, lo hará cada vez que quiera. Es decir, si un día dejamos que nos salte encima, no podemos pretender que al día siguiente si estamos de mal humor o vestidos para una ocasión especial, él comprenda que en ese momento no se puede.
Nuestra responsabilidad es la de crear una nueva conducta, mantener una actitud equilibrada para que entienda claramente qué es lo que queremos que haga y qué no. ¡Vas a ver que la convivencia se torna mucho más amable en poco tiempo!
¡Vamos a resolver el problema!
Paso #1: tenemos que corregir nuestra conducta
Lo primero que tenemos que hacer es cambiar nuestra actitud al llegar a casa. Para evitar que nuestro perro salte, tenemos que dejar de llamarlo con un "¡¡¡Hola!!!" o un grito excitante. Este tono de voz es el mismo que usamos cuando jugamos con ellos y ahora tenemos que marcar un límite y hacerle entender que ya no es una instancia de juego.
La forma correcta de corregir esta conducta es entrar tranquilos, ignorar a nuestro perro (aunque resulte difícil) y corregir con un "sshh" y un leve empujoncito con la mano para correrlo cuando nos salte.
Es clave tener paciencia, no pretender resultados en un día y, sobre todo, ¡no sentirse culpable! Esto está basado en el propio lenguaje de los perros y no se pone en juego el amor entre los dos. Sencillamente estamos marcando límites.
Paso #2: saludar de forma tranquila cuando nuestros perros estén en estado de reposo
"¿Y cuándo puedo saludar a mi perrito?" estarás pensando. Una vez que esté tranquilo, echado de nuevo, o esperándote pacientemente a un lado, ahora sí podés saludarlo.
¿Cómo? La forma correcta es hacerlo con calma, haciéndole caricias suaves pero sentidas siempre que tenga sus cuatro patas apoyadas en el piso.
Aunque parezca aburrido y creamos que es muy poco, lo cierto es que los perros se vinculan mucho más relajadamente y que los saltos y excitaciones están más vinculados a una mirada "romántica" entre el hombre y el perro, que no es muy saludable a largo plazo.
¿Estás listo para corregir la conducta de tu perro?
Sabemos que no es del todo lindo poner límites a su efusividad, pero tené en cuenta que es mejor construir una vida cotidiana más tranquila y similar a como actúan los perros en la naturaleza a tener conflictos con otras personas, padres o chicos y tener que retar a nuestros perros por cosas que nosotros mismos les hemos enseñado.
¡En Casper Pet Store vamos a ayudarte a tener una convivencia armónica y saludable! ¡Te esperamos!