El fin de año trae alegría, encuentros y celebraciones, pero también puede ser un desafío para nuestros queridos peludos. A continuación, te dejamos una guía práctica para garantizar que tus bichis puedan disfrutar o, al menos, tolerar estas fechas de la mejor manera posible.
El ruido de la pirotecnia: un desafío auditivo
Los fuegos artificiales son uno de los mayores enemigos de los bichis durante las fiestas. Tanto perros como gatos tienen un oído extremadamente sensible que amplifica los estruendos. Lo que para nosotros es un simple sonido fuerte, para ellos puede ser aterrador. Este ruido puede provocar:
Ansiedad y estrés, que se manifiestan en temblores, ansiedad y molestias.
Comportamientos peligrosos, como intentar huir, esconderse en lugares inseguros o incluso escapar y extraviarse.
Secuelas emocionales, como fobias a ruidos o cambios de comportamiento a largo plazo.
Para ayudarlos podemos evitar el uso de pirotecnia, crear un refugio en casa (un lugar tranquilo, fresco y ventilado donde puedan sentirse seguros), identificarlos con una chapita
por si llegaran a escaparse y consultar con tu veterinario si tu bichi tiene antecedentes graves de estrés para considerar posibles sedantes o tratamientos alternativos.
💡Te compartimos un tutorial súper sencillo del método Tellington Touch utilizado para calmar a nuestros perros si se estresan ante ruidos fuertes.
Cuidado con el Calor: protegé a tu Peludito
Las fiestas en Argentina se celebran en temporada de verano y a veces, en un intento por protegerse del ruido, muchos bichis terminan encerrados en espacios calurosos, lo que aumenta el riesgo de golpes de calor. Te contamos cómo identificarlos:
Temperatura superior a 42°C.
Temblores, debilidad o tambaleos.
Jadeo excesivo y lengua decolorada.
Diarrea y vómitos.
Para prevenirlo asegurate de que su refugio sea en un lugar fresco y ventilado (si están todos adentro con el aire, el bichi también), repartí varios platitos con agua alrededor de la casa para que tenga siempre agua fresca disponible y no los encierres en espacios sin circulación de aire, como autos estacionados.
¿Estás considerando regalar una mascota?
Un bichi no es un juguete ni una sorpresa pasajera. Muchos animales regalados en estas fechas terminan abandonados al poco tiempo, lo que genera problemas tanto para ellos como para el barrio.
Antes de regalar una mascota, considerá hacerte las siguientes preguntas:
¿La familia está preparada para cuidar de ella durante años?
¿Hay tiempo y recursos económicos para cubrir sus necesidades?
¿Todos en casa están de acuerdo con la llegada de un nuevo integrante?
Si las respuestas no son un rotundo "sí", lo mejor es pensarlo dos veces.
¡Cuidado con la comida!
Sabemos lo difícil que es resistirse a esas miradas tiernas durante la cena, pero lo que compartimos en la mesa podría ser muy peligroso para ellos (en otras palabras, no, Pepito no puede probar cómo le quedó el vitel toné a la tía).
Evitá que tu bichi consuma:
Chocolate y dulces.
Alimentos grasosos o muy condimentados.
Huesos, especialmente de pollo o cerdo, que pueden astillarse y causar lesiones graves.
Pero, para que no se quede afuera de la alegría gastronómica navideña, podés ofrecerle sus snacks favoritos.
💡 ¡Recordá no dejar platos con sobras a su alcance! Lo que tienen de tiernos, también lo tienen de ladrones.
En resumen: puntos claves
Colocale tapones en sus oídos o música suave para tranquilizarlo.
Identificalo con una placa.
Evitá el uso de pirotecnia.
Nunca los dejes atados.
Evitá darles alimentos por fuera de su dieta.
Si vas a viajar, utilizá correa o jaula de transporte.
Prepará snacks o juguetes para entretenerlos y distraerlos.
Tené a mano el teléfono de una clínica veterinaria con guardia.