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Consejos para educar a tu mascota

Ya te contamos lo esencial para recibir una mascota en tu casa; esta vez vamos con consejos para educar a tu mascota. Seguí leyendo el capítulo 2 de la guía de cuidados básicos de Casper para tu primera mascota.


Tener un perro educado es el sueño de todos. Que no le salte a los invitados o que no se escape cuando llegás a la plaza son algunas de las pretensiones que nos permitimos como dueños de una mascota. Aunque es cierto que cada raza tiene rasgos propios que los hacen más dóciles a la hora de educarlos, con paciencia y estos trucos que te trae Casper, todo es posible.

Antes de empezar, lo más importante es que sepas aprovechar estos momentos para generar un vínculo con tu nuevo amigo: hacerlo cuando estás cansado y sin mucha paciencia puede generar un efecto negativo. 

No intentes forzarlo si ves que las cosas no salen como te gustaría; la realidad es que educar a un perro es más parecido a explicarle las divisiones a tu hijo de 10 años que otra cosa. Necesitás estar calmado. Recordá que cada perro tiene su ritmo de aprendizaje, por lo que no va a entender o colaborar de buenas a primeras. 

¡Pero no te preocupes! Si ya intentaste todo y no podés más, podés acercarte a Casper para que te recomendemos a nuestros adiestradores de confianza. Ellos seguro podrán ayudarte.


Dicho esto empecemos con los consejos para educar a tu mascota:

1- Siempre premiar los comportamientos positivos: un snack o juguete nuevo después de una actividad bien lograda genera lo que se llama “refuerzo positivo”. Si utiliza bien el diario para sus necesidades o si se porta bien en el paseo, un premio ayudará a reforzar ese comportamiento. Los refuerzos verbales también funcionan, ¡felicitalo cuando hace las cosas bien!

2- No premies comportamientos negativos: parece una obviedad pero mucha gente no se da cuenta que lo está haciendo. Si tu perro está mordiendo o haciendo algo que no debe, no le des comida o un juguete para desviar su atención. En su cabeza lo tomará como un premio y te hará más difícil educarlo. Para estos casos, lo mejor es que lo retes con palabras, nunca de manera física. Los perros entienden mucho más de lo que creés.

3- ¿Por qué no a los castigos físicos? Por varias razones: la primera es que, como te contamos, este debe ser un momento para establecer vínculos de confianza. Si lo golpeás, esa fiabilidad no va a surgir. Por otro lado, los perros que ven comportamientos violentos suelen adoptarlos también; en algún momento lo van a usar para responder a quién les haga daño.

4- No pidas trucos complejos si no domina órdenes básicas: El truco de la patita es muy simpático, pero no intentes enseñarlo si tu perro todavía no responde a pedidos como “sentado” o “quieto”, o todavía no aprendió a hacer sus cosas donde le pediste. Mejor esperá a que haya superado esa etapa para pasar a esos trucos.

5- Cansado y con hambre tu perro no va a poder: si a vos mismo te cuesta hacer cosas en esas situaciones no creas que para tu bichi va a ser más fácil. Dale de comer y dejalo descansar un rato antes de enseñarle cualquier cosa; tendrá más energía y estará de mejor humor para recibir tus órdenes.

6- El reconocimiento o el castigo deben ser en el momento: como los animales no tienen dimensión del tiempo, tanto si hacen algo bien o mal, no esperes para recompensarlo o retarlo. El perro tiene que poder identificar cuál es la acción que generó esa respuesta.

7- Las reglas deben ser claras desde el principio: esto significa coherencia. Es la forma más fácil de acostumbrarlo a las reglas. Si no querés que se suba a tu cama, no lo subas vos; si no querés que haga algo no le des indicaciones que contradigan las reglas que buscás imponer.

 

8- No lo llames para castigarlo: si tu cachorro se porta mal, acercate a él para retarlo. Si lo llamás, él asociará que cuando va hacia vos recibirá un castigo. Esto hará que desconfíe de tu llamada y que te tenga miedo.

 

9- Que los “entrenamientos” terminen con una nota positiva: si ves que las cosas se salen de control, que no responde a tus órdenes o que simplemente no le sale, terminá con un ejercicio que sí sepa hacer y recompensalo. Volvé a intentarlo al día siguiente con nueva energía.

 

10- Por último, usá palabras cortas y fáciles: tu perro no va a entender una frase compleja, pero sí va a poder seguirte si siempre usás una sola palabra o la misma frase corta:“¿vamos a pasear?”, “no”, “sentate” y “esperá” suelen funcionar. Si tu familia está involucrada en el entrenamiento, usen los mismos términos para no confundirlo y generarle una costumbre.

 

Estos consejos funcionan para todo tipo de mascota de todas las edades y contextos, no solo para los perros. Ya sea adoptado o rescatado, o un cachorro recién llegado a tu casa, educarlo es posible.

 

Como ya te adelantamos, la paciencia es súper importante en estos casos, pero la constancia también. Por eso, si estás decidido a educar a tu mascota lo ideal es que puedas tener una rutina armada. Los animales son criaturas de hábito, por lo que las repeticiones -sean de premios o actividades- van a ayudarte a fijar comportamientos en tu bichi. No cambies las órdenes a mitad de camino, ni intentes enseñarle muchas cosas al mismo tiempo. Ellos pueden, pero de a poco.

 


Tips que te pueden servir:


Algo que te puede ayudar es la socialización -después de que haya recibido sus vacunas, en el caso de un cachorro, por supuesto-. Llevalo a la plaza o la casa de tus amigos con perros que consideres educados con tus estándares y dejalos jugar; vas a ver que esto tiene más resultados de los que creés.

 

Otro consejo que puede resultarte de ayuda es estudiar bien a la raza que vas a recibir. Si tu perro no es de ninguna raza en particular puede ser más difícil, pero en cualquier caso, conocer si viene de una raza activa o más bien tranquila, o cómo es su relación con las personas te ayudará a crear un ambiente donde ambos también se encuentren a gusto.

 

Intentá que los juegos de la plaza sean diferentes a los de tu casa. Si no querés que salte o corra en un departamento, reservá la pelota o la búsqueda del palo para la hora del paseo. Si ves que tu perro igualmente tiene mucha energía contenida, proponele juegos que lo distraigan, por ejemplo uno de estos juegos interactivos que lo harán enfocar su atención en los snacks.  

 

¿Y si muerde todo lo que encuentra? Por lo general es una respuesta al estrés, por eso juguetes como este vienen con cerdas de plástico que acarician sus encías y los relajan. Te recomendamos tener uno a mano por las dudas. Nuevamente, si tu perro empieza a optar por esa opción a la hora de morder algo, no olvides de felicitarlo con un snack o juguete como los que encontrás en Casper.


 

Lo último que queremos decirte es que disfrutes de este período. Sabemos que no es lo más agradable llegar a tu casa y encontrarla patas para arriba, pero tu perro está por convertirse en un gran amigo y compañero. Recordá que recién llega a una casa con reglas que no conoce y se tiene que acostumbrar a tu estilo de vida. Te repetimos las claves: paciencia, constancia y cariño. ¿Necesitás más consejos? ¿Tu perro no responde como querés? Acercate a cualquiera de nuestras sucursales Casper, donde un profesional te va a ayudar sin dudar. ¡Mucha suerte en esta aventura!


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